Hay tal variedad de papeles en estos momentos que escoger el adecuado cada vez resulta más complicado. Tenemos que tener en cuenta: el tipo de papel, gramaje, sistema de impresión que vamos a utilizar, si lo necesitamos para preimpresión o no, si lo queremos estucado mate o brillo… Te damos algunos consejos que te pueden ayudar a elegir mejor:
1.- Ten en cuenta el tipo de documento que quieres imprimir. La calidad final de tu trabajo depende en gran medida del tipo de papel que utilices, así que analiza bien el tipo de documento vas a imprimir. Por ejemplo: para copias simples, documentación interna, etc, y siempre que imprimas en impresora láser y en blanco y negro será suficiente un papel offset (el normal) de 80 g. Pero si quieres imprimir en láser o en tinta a tod o color, necesitarás un mayor gramaje y una mayor calidad de papel. Un trabajo en láser a todo color, nunca te quedará bien en un offset corriente. papel para impresora
2.- Asegúrate de que el papel que escoges está pensado para impresión en digital. No utilices gramajes inferiores a 80 g. El papel con un gramaje inferior, tenderán a arrugarse y ondularse. Los papeles específicamente pensados para impresión digital están fabricados para responder de forma adecuada a la temperatura de las impresoras, llevan mejorados sus niveles de humedad y también la suavidad en superficie.
3.- Ten en cuenta que la impresión digital a color requiere un papel de mayor gramaje para soportar las 4 capas (1 por cada uno de los colores básicos) de tóner que imprimirá la impresora. Además, un papel de mayor gramaje, resultará más opaco con o que se minimizará el riesgo de transparencia del trabajo.
4.- Escoge siempre que sea posible un tamaño de papel estándar: DIN A-4, DIN A-3… La utilización de formatos estándar te garantiza que el papel ha sido guillotinado con precisión y te dará menos problemas en la impresora. papel estándard
5.- Usa papel de buena calidad, tu impresora te lo agradecerá. Te gastarás menos en mantenimiento y mejorará la calidad final del trabajo. Un papel de mala calidad, soltará una gran cantidad de polvillo que se irá depositando en los rodillos de la impresora y acabarán estropeándola.
6.- Cada impresora es diferente. Cada impresora admite diferentes tipos y gramaje de papel. Cada máquina tiene un paso de papel distinto, un distinto mecanismo de alimentación y una diferente química del tóner. Los papeles responden de forma distinta a cada uno de estos factores por lo que lo más seguro es escoger el tipo de papel que aconseje el fabricante de la máquina.
7.- Los papeles estucados, tanto en mate como en brillo, son mucho más delicados que los que no llevan ninguna capa de estuco, como por ejemplo el offset. Si no necesitas ningún acabado especial ni una gran calidad en tu documento, decídete por un offset de preimpresión en 80 g.
8.- Prueba antes de imprimir el trabajo completo. Cuando vayas a utilizar un papel nuevo, te aconsejo que hagas una prueba antes de imprimir un trabajo grande completo
9.- Almacena el papel de forma adecuada. Asegúrate de almacenar el papel de forma correcta. El papel absorbe mucho la humedad y esto hace que puedas tener problemas en la impresión si no lo has almacenado envuelto y en un lugar seco. Intenta sacar el papel de su envoltura cuando vayas a realizar el trabajo.
10.- Déjate aconsejar. Tu proveedor habitual te aconsejará de forma profesional sobre el tipo de papel más adecuado a tus necesidades, déjate aconsejar es tu mejor garantía.